MONUMENTO NATURAL SOTOS DE LA ALBOLAFIA

Monumento Natural Sotos de la Albolafia con el puente romano y la Mezquita de Córdoba

Córdoba, como todas las grandes ciudades de antiguas civilizaciones, nació al abrigo de un gran río que resolvía las necesidades de agua para la agricultura y la industria de la época. El Guadalquivir, antaño navegable hasta las mismas puertas de la Mezquita con embarcaciones de pequeño calado, representaba una vía de comunicación para personas y mercancías, donde se ubicaban decenas de embarcaderos para el amarre y una serie de molinos dedicados a la molienda de grano o al batán de telas.



Con el paso del tiempo, las actividades ligadas al río fueron desapareciendo y la ciudad dio la espalda al Guadalquivir, que a diferencia de otras ciudades como Sevilla, donde fue canalizado y usado para actividades deportivas, en Córdoba se dejó que evolucionara de forma casi natural, dando lugar a la acumulación de sedimentos en los márgenes e islotes, con la posterior aparición del sotobosque.


Gracias a la poca presión humana ejercida sobre este espacio, se fueron asentando decenas de especies de aves y mamíferos que encontraron  aquí un lugar donde reproducirse, crecer o descansar en su migración. Un hecho poco común si tenemos en cuenta que este Monumento Natural declarado en 2001, se ubica entre el Puente Romano y el de San Rafael, en el centro de una ciudad de más de trescientos mil habitantes.






Hoy, el entorno del río, alberga mucho más movimiento humano que antaño. No solo es el centro turístico de la ciudad sino también una pista deportiva para runners o piragüistas, que en principio no parece provocar conflicto con las especies que aquí viven, dándose situaciones tan curiosas y poco vistas como que miles de personas al día pasean o hacen deporte sobre los puentes y riberas del río mientras en el agua vemos pescar a nutrias o cormoranes.



En pocos lugares de Europa se da este hecho tan singular y a la vez tan valioso, tener un ecosistema con esta riqueza ecológica en un centro urbano, confiere un valor añadido a la ciudad del que pocos son conscientes.  


Un monumento natural a la puerta de casa.








Rutas ornitológicas:

MtN Sotos de la Albolafia - Camino al Molino de Carbonell
MtN Sotos de la Albolafia - Camino al Molino de Casillas